Ariel Lopez, ingeniero, especialista en telecomunicaciones y seguridad electrónica.
Sergio Sepulveda S., Encargado nacional de Pobladores PCCH.
Bastante revuelo ha provocado la controversial compra de IPad para los parlamentarios. Una iniciativa aprobada por la Comisión de Régimen Interno de la Cámara de Diputados que busca colocar en manos de cada diputado de la república el último modelo IPad2 de la empresa transnacional Apple.
En un escenario donde la sociedad movilizada en la calle exigiendo recursos para la educación y la salud, el parlamento está preocupado de adquirir juguetes para sus honorables, con cargo al erario nacional.
Pero mas allá del tema económico en sí, creemos que es importante tomar en consideración que este tipo de iniciativas hacen que Chile avance hacia la dependencia tecnológica de empresas transnacionales y, sobre todo en este caso en particular, representan graves vulnerabilidades de seguridad.
Empresas transnacionales como Apple, Microsoft, Google, entre otras que tienen su casa matriz en Estados Unidos, están sujetas a la legislación de ese país, que obliga a estas empresas a cooperar con los servicios de inteligencia de Estados Unidos mediante la Ley CALEA (Communications Asistance for Law Enforcement Act) de 1994, y la Ley PATRIOT (USA Patriot Act) de 2001, dejando a disposición de los servicios de inteligencia de EEUU toda la información almacenada o transmitida por estos equipos. Por ello, el uso de software y/o hardware de transnacionales estadounidenses por parte de estructuras del estado de Chile va en contra de la seguridad de la Nación Chilena.
En este sentido, los parlamentarios que utilicen este tipo de tecnologías están entregando (con o sin conocimiento) la totalidad de información a estas empresas foráneas. En el caso de los parlamentarios – que habitualmente manejan información confidencial – todo lo que ellos ingresen a estos u otros aparatos también estarían cayendo en manos de empresas transnacionales y de servicios de inteligencia extranjeros, constituyendo incluso un potencial delito de traición a la patria (absolutamente subjetivo y sujeto a cuestionamiento, pero tal como las cosas hoy en día no sería de extrañar que alguien planteara tal acusación)
¿Comunistas retrotecnológicos?
Creemos que la ciencia y la tecnología deben llegar a todos los ciudadanos y que el aprovechamiento de estos por parte de la población nos ayuda a organizarnos y avanzar como sociedad.
Las computadoras, teléfonos, redes sociales, correo electrónico, tablet, son maravillosas herramientas de comunicación e información que el pueblo debe dominar, utilizar y desarrollar para mejorar como sociedad. Al decir del comandante Fidel Castro, “utilizar la ciencia y la tecnología para encontrar soluciones nuevas a problemas viejos”.
Para que exista un progreso científico tecnológico, necesitamos fomentar el desarrollo de esas aéreas e innovar en ellas. Muy por el contrario, hasta hoy las políticas del estado de Chile han ido convirtiendo a los chilenos en usuarios y compradores de ciencia y tecnología, manteniendo la brecha entre los países productores y los países consumidores. En las actuales condiciones somos concebidos como meros usuarios de software, a quienes hay que complacer con nuevas ofertas cada dia, lo que supone suculentas ganancias para los programadores y para los intermediarios. Sin embargo, es dable avanzar en la concepción del usuario como un “desarrollador”. Quizás es tiempo de soltar las amaras y dejar de estar esclavizados por las grandes corporaciones que nos hacen dependientes de sus nuevos juguetes.
Nosotros debemos avanzar hacia el impulso del desarrollo propio y nacional, lo que lograremos solo apoyando el desarrollo e implementación de ciencia y tecnologías libres. En efecto, hablamos entonces del software libre, aquel que no le pertenece sino a quien lo usa, aquel que no lucra con los usuarios y acepta el aporte de empresas desarrolladoras que han ido potenciando cada día sus herramientas, democratizando de paso el uso de la tecnología y promoviendo su estudio y modificación. Ergo: el desarrollo científico.
El “Software Libre” no sólo es gratuito – a diferencia de las importantes sumas que cuestan los programas y servicios de las corporaciones privadas –, sino que además promueve el desarrollo de las tecnologías nuevas; entiende al usuario como un potencial creador, desarrollador y no un mero cliente, estático e imposibilitado de modificar sus aplicaciones. De igual manera, un cambio de mentalidad en este aspecto puede promover la participación ciudadana en conjunto con sus representantes en el parlamento, por cuanto las distintas bancadas serían empujadas a crear espacios comunes para la redacción de leyes, o ejercer control ciudadano del quehacer parlamentario, algo de lo que nos privan los equipos corporativos dada su lógica individualista y segregación social.
No necesitamos usar Windows de Microsoft u OSX de Apple cuando podemos utilizar gratuitamente Linux, que es el Software del que hemos estado hablando. Por cierto que este cambio supone una confrontación inevitable con aquellos que gustan de acaparar para sí el uso de los avances de la humanidad. Sin embargo, cada día avanzan más las demandas por más participación, más democracia y más justicia social.
Desde el punto de vista del Software, el IPad2 está con los primeros, mientras nosotros vamos por el Software Libre.
(Texto extraído del Semanario El Siglo, edición 9281 del 21 al 27 de Octubre 2011)